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viernes, 28 de noviembre de 2014

Ya vienen los Reyes...

Nos acercamos a las Navidades y para los niños y niñas esto está relacionado con el "gran día", Los Reyes Magos o Papá Nöél. Comienza el momento en que padres y madres nos preguntamos ¿qué juguete regalar a nuestros hijos?

Nos cuesta trabajo decidirnos por un tipo de juguete: de construcción, simbólico (muñecas, coches...),

para el desarrollo físico (triciclos, bicicletas, pelotas...), de dramatización (títeres, marionetas, disfraces...). Pero antes de decidirnos por un juguete para nuestro hijo tenemos que tener presente que el juguete no es más que un instrumento para llevar a cabo la realización de un juego determinado. Estos son auxiliares en los que se apoya el niño para ampliar su actividad lúdica, pero no son indispensables para jugar. Cualquier objeto puede convertirse en un juguete si fomentamos la imaginación y fantasía de nuestros hijos, que por otra parte suele ser ilimitada.

En cualquier caso, los niños se encuentran atraídos por los juguetes y se divierten con ellos y es aquí donde radica la eficacia del juguete para estimular su aprendizaje y desarrollo. Por eso debemos elegir juguetes que verdaderamente sirvan de apoyo en los juegos de los niños y niñas, teniendo en cuenta su momento evolutivo. Muchas veces escogemos juguetes demasiado complicados, o poco interesantes para ellos porque en realidad es el que nos ha gustado más a nosotros.

Así que tengamos en cuenta que un juguete ha de ser empleado para estimular diferentes tipos de desarrollo:

  • Desarrollo sensorial: Lleva al niño al conocimiento de su entorno a través de los sentidos: tacto, vista, oído, olfato y gusto, y por tanto podremos elegir juegos de estimulación sensorial como juguetes con colores vivos, musicales o diferentes texturas. 
  • Desarrollo motor: donde pueden desarrollar y estimular su motricidad tanto del desarrollo de movimientos de todos los músculos del cuerpo y su coordinación (como el gateo, correr, saltar, caminar...), como de movimientos más finos y de precisión manual, donde podemos elegir juegos de encajar, construir, dibujar... 
  • Desarrollo del conocimiento: en este tipo de juegos perseguimos el objetivo de estimular la atención, la memoria y la solución de problemas (juegos de mesa y construcción). También están en este ámbito, los juegos de creatividad e inventiva y del desarrollo del sentido musical, juegos sonoros, dibujos, ... 
  • Desarrollo social con juegos colectivos con aceptación de normas y estrategias sociales. 

Hasta los tres años, la evolución del niño y de sus juegos está marcado por factores sobre todo sensoriales. Durante los primeros meses es sólo capaz de seguir objetos con su mirada y el color adquiere un papel decisivo. Después comienza a entusiasmarse con los sonidos, a descubrir el placer de tocar y morder para pasar después a juegos de equilibrio y desarrollo sensoriomotor.

Entre los tres y seis años comienza a despertarse el interés del niño por los juguetes que estimulan la destreza, que fomentan la actividad o despiertan su espíritu creador. Por tanto, cualquier juguete que favorezca su desarrollo físico, intelectual y las relaciones con los demás será apropiado para esta etapa.

Pero independientemente de la importancia que tiene el juego en nuestros hijos, no olvidemos que los mejores juguetes somos nosotros como padres y madres. El papel de padres y madres como agente socializador es indiscutible y por tanto hemos de plantearnos que el juego ha de ser un vehículo para las relaciones padres-madres e hijos. Somos nosotros los que podemos ayudar a estimular todas estas áreas de desarrollo utilizando para ello el juego que es el mejor método para aprender.

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