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viernes, 17 de abril de 2015

También aprendemos por modelos


Ya estuvimos hablando en la anterior entrada de la importancia que tienen los refuerzos en el aprendizaje y el fomento de buenos hábitos.

Sin embargo, no debemos perder de vista otro modo de aprender que es tan potente o más que los propios refuerzos. Es el aprendizaje por modelos.

Un modelo de conducta es cualquier  comportamiento que realizamos de forma repetitiva y que los niños absorben sin darse cuenta. Es muy frecuente que los padres y madres comenten e identifiquen comportamientos en sus hijos que ellos tenían de pequeños o que, incluso, tienen ahora. Muchas veces pensamos que esos comportamientos se deben a la genética, pero la realidad es que no, que se deben al aprendizaje sutil e inconsciente que supone la observación de un modelo.

Los niños son muy perceptivos y sensibles a cualquier estímulo que provenga del ambiente, y los comportamientos que las familias, escuela, entorno, etc. ejercemos son estímulos muy potentes que se filtran sin que el niño escoja conscientemente. Es sorprendente como cuando somos padres nos descubrimos hablando como nuestros padres, y comportándonos como nuestros padres. Esto es así porque nosotros hemos aprendido a ser padres, viendo a los nuestros, que fueron el modelo que tuvimos de niños.

Por eso es importante reflexionar sobre esto y mostrar modelos competentes de conducta. Esto significa ser coherentes y comportarnos como les pedimos a ellos que se comporten.

Os dejo un vídeo muy ilustrativo sobre este tema, hoy toca reflexionar.