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viernes, 6 de marzo de 2015

Un poquito de auto-motivación

Conozco una chica de diecisiete años que todos los días frente al espejo dice: "soy una estrella". Ella dice: si me lo digo a mí misma no necesito que nadie más me lo diga, y ¿sabéis qué? que tiene razón!

Muchas veces los chicos más mayores que no sacan tan buenas notas como deberían, o que tienen un comportamiento de "pasotismo" tanto en casa como en el cole, dicen frases como "es que no me motiva el cole", "es que los profes no nos motivan", "es que mis padres no me motivan"... todas estas frases tienen un denominador común, expresan que la motivación está fuera de ellos, y que alguien o algo tiene que esforzarse para conseguir que es motivación suceda.

Sin embargo, esta chica que frente al espejo todos los días se dice "soy una estrella" no está esperando que le llegue de fuera la motivación, la lleva consigo, y eso la impulsa.

Hemos de enseñar a nuestros hijos e hijas pequeñas  la superación, el logro, la resistencia a la frustración, mostrándoles que las metas hay que programarlas poco a poco, de lo más fácil a lo más difícil hasta conseguir todo lo que nos propongamos.

Si no sé hacer una cosa, y siempre me la hacen los mayores, nunca aprenderé y sentiré que no soy capaz haciéndome sentir mucho más frustrado. Mi autoestima será muy baja y estaré esperando, a la menor dificultad en mi vida, que los demás me solucionen los problemas... o que los demás me motiven.

Así que enseñemos a nuestras hijas e hijos que la fortaleza reside en ellos, que nosotros sólo les guiamos, ayudamos e impulsamos, pero que son ellos los que en definitiva irán aprendiendo y superando cada pequeño reto que se les vaya planteando en la vida que es un recorrido de largo plazo. Enseñemos a nuestros hijos a automotivarse, a decirse "sí puedo", en lugar de "no puedo", y a decirse cosas como esta niña, ¿qué mejor manera de empezar el día?

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